martes, 14 de octubre de 2014

Gran Hermana

Despierta en mi muchas veces antes del amanecer ese pensamiento de soledad. Que tan solo estoy. Que tan vivo y muerto me dejas que si pienso en ti cambio de tema, que si finjo estar bien es por hacer musculo con el corazón, que tengo miedo, si miedo a vivir en un no entendimiento de esta crepúscula vida, acicalada con mentiras, llena de sus discípulos mitómanos que no se cansan.
 Pido a una fuerza divina sentimiento de alguien que sin llamar al parpado entre amueble y decore mi cabeza. ¿Tan difícil puede llegar a ser esto? No sé lo que tarda el mundo en dar la vuelta sobre ti pero yo no paro de caminar y llevo muchas vueltas, deambulo y me pierdo aposta para encontrarme sin querer en tus fotos, negocio del marketing viral del amor.
Pensamientos tristes, escondidos en cuevas profundas de puertas “smile” que acentúan la caída de los grandes. Todos cometemos errores, que de los errores se aprende… quien no vuelve a cometerlos. Quien no fuerza a la mente a ¿equivocarse? ¿Quién se equivoca aposta? ¿De qué te sirve?, de nada de nada sirve. Solo aumenta las lagunas en las que naufragas, buscando una tierra firme llena de palmeras… el paraíso. Pero…si no sabes dónde vas todos los vientos son contrarios…

Curiosa sensación, de contigo pero sin ti, ser mi sirena de cuando estoy loco en ese mar, quiero cantar contigo y desafinar.
Terminar con la vagueza que me atormenta cuando logro ver cocos a lo lejos y huelo la menta de tu cuello cerca de la orilla.
Respirar sangre cuando te encuentro en el desván de los sueños rotos.
Dibujar miradas y sonrisas que no vienen a cuento, para echarle la culpa a tus pantalones cortos.
Que mentira puede dañar tanto a un ser sin ser y aun siento pero sin ti.
Calmar mi ira en la cama. Golpe a golpe sobre mí.
Arrodillarse pidiendo clemencia sin saber a quién.
¡Mírame, por última vez, mírame con tu silencio! Que entres en mi cabeza y la haga funcionar.
Acurrucado como un animal en la almohada, para luego reventarla como un despojo sin bien.
No quiero verte más, no quiero pensar en mar, no quiero naufragar.

Ahógame ahora que puedes que ya va siendo hora de pagar por lo no vivido y olvidar con el olvido.

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