¿Dime una simple, escueta y escupida por ti palabra que te describa tu
pasado?, pregunto y siempre incito a pensar por sus largos segundos de espera
para responder. Y es que no hay otra palabra que haga trabajar más el cerebro, ¿por
qué? Por sus tantas connotaciones con los sentimientos, unión sinónima del
pasado. Engloba tanto… desde esos recuerdos lagañosos convertidos en sueños
despertados a tiempo, triunfos y fracasos casi olvidados, prevenciones para el
futuro perfecto, cambios de personalidad…
en fin. Tanto engloba que las primeras palabras que he dicho ya las
considero pasado.
Tendencia al abismo si tienes malos recuerdos, sonrisas que
se convierten en llantos, ese rey abdicado de nosotros, el cual miramos al
centro de la mirada perdida, donde encontramos la verdadera verdad, sin redundancias
ningunas. Contigo aprendí, que el
pasado, si no es con fuerza, nunca se olvida. Oculto como la mentira, esperando
volver a pasar de neurona a neurona, haciendo camino al pasar, escapando de la temida
luz de la lucidez…
Soy de admirar personas que triunfaban, Pasado continuo, triunfaron,
pasado simple, y están triunfando, presente continuo. Ese continuo del
presente, alberga un futuro, ¿Cuál? En eso se trata mi pregunta. ¿Por qué
pensar en el pasado si lo que nos interesa es el futuro? Porque es el grano que
hace la playa, el presente su agua y el futuro será… esos puntos suspensivos
vuelven a englobar tanto que… incitan a la no respuesta, el ejemplo de 20
millones de personas intentando entrar por una puerta de proporciones
diminutas. Nadie entra. Por eso la no respuesta, no hay un futuro que iguale el
pasado, ni viva el presente, aunque si imaginarlo con pintura y pincel, pero ¿qué
es en verdad? Un simple rasgo de utopía en nosotros.
Sin mirar atrás. Difícil elección. Pero qué se yo sin ser
siendo lo que soy. Hecho de arena y agua movida por el viento de tu mente,
procesador de memorias convertidas en imágenes difusas pero encargado de
decidir si merece la pena pensar que el pasado nunca muere o muere con
nosotros. Si dejas algo en el camino otro lo encuentre, si dejas tu mirada
atrás quizás cuando la vuelvas al frente estés ya perdido. Y tengas la mirada
perdida en horizontes difíciles de explorar, de imaginar…pero seguro que tu
gran deseo de forzar esa minúscula puerta del futuro, empiece con pica y pincel
a diseñar una puerta más grande.
El pasado es tu hermano gemelo que a diferencia de ti nunca
envejece, y por eso nunca te dejara solo.
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